El perro ha evolucionado desde su antepasado, el lobo, hace unos diez mil años, y desde entonces ha vivido y trabajo con el hombre. Éste, mediante la cría selectiva, ha desarrollado las inclinaciones naturales del lobo, produciendo diferentes linajes de perros en los que se han potenciado capacidades distintas .Ésta cría se hizo con fines específicos: la caza, el pastoreo, la guarda de los campamentos y la guerra junto al hombre.
Los perros se crían para trabajar, para que utilicen sus energías mentales y físicas, para que estén alertas. Pero hoy en día, aunque coman regularmente, estén en buena forma física y se encuentren protegidos, muchos perros llevan una vida muy aburrida.
La vida cómoda: Una de las consecuencias de este estilo de vida es el desarrollo de problemas de comportamiento. Los vecinos se quejan de los aullidos del perro. Su amo encuentra frustrante el ejercicio de su perro porque tira constantemente de la correa, trata de atacar perros o persigue a los ciclistas, motos y coches.Hace pozos en el jardín o se escapa.No es culpa del perro, sino nuestra por no hemos sabido educarlo.
Porque, proporciona una estrecha camaradería a su dueño. Además, el dueño de un perro adiestrado también es feliz porque él y su perro han encontrado un medio de comunicación. Han llegado a una base de mutuo respeto y entendimiento.
El perro se gano a lo largo de los siglos un lugar junto al hombre que tiene bien merecido, esto no hubiera sido posible sin las características que lo diferencian de otras especies, tales como fidelidad, camaradería, versatilidad, protección, etc.
Con el correr del tiempo el hombre busco métodos de enseñanza para sacar mas rédito de estas virtudes, estos se basan en las conductas innatas del can (juego, manada, presa, etc.), presa para enviar a morder, apetencia por la comida o el juego para realizar acciones de sentarse o echarse, defensa para la guardia, etc.
El desconocimiento de como funciona estas conductas nos lleva a cometer errores, como castigar a un perro luego de estar ausente todo el día, porque este defeco en el living de la casa o acariciarlo para que se tranquilice cuando esta nervioso por la lluvia o los fuegos artificiales de fin de año.
Lo fundamental para resolver estos problemas es lograr una comunicación efectiva entre usted y su mascota, entenderla, saber como y que piensa realmente en un momento determinado, evita y soluciona inconvenientes en la convivencia diaria, y esto se logra a través del adiestramiento. Existen hoy en el mundo entero infinidad de razas, cada una de ellas con utilidades y capacidades especiales que hacen que estas mascotas puedan ser utilizadas en infinidad de labores, como ser: Guardia: razas como el Boxer o Doberman, Búsqueda y rescate como los Bloodhunds, Pastoreo Border Collies, perros de compañía Yorkshire, caniche o Chihuahuas, Perros de Caza Dogo Argentino, terriers como el Fox Terrier o el Bull Terrier.
Si bien cada raza fue creada para realizar tareas particulares, las modas o el desconocimiento, los estilos de vida, y otros factores nos lleven a tener un animal que quizás no sea el adecuado para nuestro estilo de vida, esto se vera reflejado con el correr del tiempo cuando conductas inadecuadas se presenten y dificulten la convivencia.
Las órdenes deben darse siempre con voz firme pero sin gritar. Su perro entenderá el tono de su voz, no el significado de las palabras. Sus órdenes deben inspirar confianza. Deben ir directamente al perro, y no emitirlas en cualquier dirección. Exija cuando le ordene hacer algo y él rehúse. El perro debe darse cuenta de que usted es el jefe y que, por lo tanto, debe obedecerle.
Cuando un perro ejecute bien la orden, aun cuando su realización haya tardado más tiempo del deseable, debe premiarle siempre, al menos con una palmadita en la cabeza y un cálido elogio. Generalmente los perros están ansiosos por complacer. Sólo necesitan que se les enseñe cómo hacerlo. Cuando se premia a un perro por su realización, él siente que ha hecho lo correcto, y la próxima vez lo hará deprisa. El premio puede adoptar diversas formas: palabras amables, permitir que retoce unos minutos, palmaditas, dejar que el perro realice su ejercicio favorito y darle golosinas.
El momento de hacerlo es importante. La corrección, cualquiera que sea su forma, debe aplicarse siempre inmediatamente después de que el perro se haya comportado mal. Su mente no puede relacionar el castigo con una infracción cometida unos cuantos minutos antes. La mano se utiliza solamente como un "instrumento" de elogio y de placer; nunca debe permitirse que el perro la tema. Azotar a un perro con una correa sólo servirá para hacerle temeroso y para disminuir la eficacia de su uso legítimo. En ningún caso debe utilizarse el nombre del perro cuando se le corrija. El perro debe respetar a su amo, no tener miedo de él
Debemos comprender que todo tipo de enseñanza se logra a través de la comunicación, lo mas simple y concisa posible, esa comunicación es mas fácil de adquirir si se imparte a través de métodos divertidos (juegos) y positivos (recompensas), sin maltratos, ni daños físicos.
Que el perro aprenda las posiciones básicas le dará a usted la opción de imponerse jerárquicamente de una manera sana, logrando de esta manera una mejor convivencia en situaciones que no puede controlar actualmente. Ejemplos:
Además, durante el adiestramiento básico, su perro también deberá aprender los refuerzos "no" y "muy bien" como negativo y positivo respectivamente
El paseo diario con su perro creara en el un gran apego a ti además de un sentido de pertenencia al sentirse dirigido por su líder de una manera tranquila y calmada, es fundamental ya que necesita ejercicio para que este cansado y calmo dentro de la casa.
El paseo es necesario aunque se tenga un gran patio, él necesita recorrer otros lugares además de su territorio.
Cuando aceptas la responsabilidad de tener un perro en tu vida, recuerda que tendrás tu amigo de cuatro patas por 10 a 15 años, dependiendo de la raza y la condiciones de cuidado y vida.
Recuerda que tu perro deberá siempre estar en contacto y convivir con muchas personas y animales, ya que es a través de la convivencia como el aprenderá a reconocer tus ordenes, tus tonos de voz, tus estados de ánimos, los olores, y los ruidos que se encuentran en su entorno, no necesita que le grites y mucho menos que lo golpees bastara con una voz suave o firme para que el acate la orden, la convivencia continua con su amo permitirá que con un solo ademán o incluso con la mirada tu perro sepa que es lo que debe hacer para complacerte