ADIESTRAMIENTO en BARILOCHE
Obediencia Básica y avanzada, todas las razas.
martes, 31 de marzo de 2015
KALISHE, Bulldog Ingles de 8 meses, 1 ° clase
Vivaz, fiel, audaz, seguro de sí mismo, valiente, de apariencia feroz, aunque posee un cariño natural. Es principalmente temperamental. Pero la influencia humana en estos animales, consigue un bulldog adulto con su carácter notablemente modelado por el adiestramiento basado en su genética. Como mascota y animal de compañía en el propio domicilio, el bulldog inglés es un ejemplar pacífico y gratificante, en contraposición a otros perros más nerviosos, llamativos o inquietos, que constantemente se están haciendo notar y reclaman nuestra continua atención.
miércoles, 7 de enero de 2015
Mediante 10 pasos conseguiremos que nuestro perro nos respete.
Mediante 10 pasos conseguiremos que nuestro perro nos respete.
1.Evitaremos
que nuestro perro duerma en lugares valiosos para nosotros, como la
cama, el sillón, umbrales de las puertas o zonas de paso. Si consigue
dormir en la cama o el sillón se fortalecerá, será el líder. Si le
permitimos estar en umbrales de puertas o en las zonas de paso, cada vez
que queramos salir de una habitación le tendremos que pedir permiso, y
eso también le convertirá en el líder.
2.Él no iniciará los juegos y tampoco los terminará, somos nosotros quienes lo haremos. Nuestro perro necesita juegos y ejercicio pero no debe marcarnos una rutina, nosotros debemos marcársela a él. Durante los juegos no permitiremos que nos rete, es decir, no permitiremos que nos ladre, nos muerda o nos empuje.
3. No iremos a acariciarlo, lo llamaremos, el vendrá y entonces tendrá caricias y mimos. Si quiere algo se lo tendrá que ganar.
4. Pasará por las puertas siempre detrás de nosotros. Por mucho que tire de la correa para salir a la calle, no podemos permitirle ir en primera posición, ese es nuestro puesto.
5. Cuando lleguemos a casa no lo acariciaremos salvo que esté tranquilo. Si nos salta encima no es que se alegre de vernos, nos intenta demostrar quién manda. Una vez que se haya tranquilizado, lo llamaremos y lo saludaremos.
6. Comerá en su cacharro, nunca antes ni a la vez que comemos nosotros. En la naturaleza, el líder es el primero en comer, y el resto del grupo se espera hasta que él está saciado. Asimismo, no le dejaremos que ponga su hocico sobre la mesa ni que se acerque a nuestros alimentos.
7. Mediante su adiestramiento, el aprendizaje de órdenes básicas, le demostraremos que tiene que obedecernos. Esto, aunque pueda parecer un abuso, nos ayudará a controlar a nuestro animal y a evitar posibles travesuras o malos comportamientos.
8. El ejercicio es fundamental en la vida de nuestra mascota. Un perro con exceso de energía será difícil de controlar y no nos respetará. Es muy importante que le proporcionemos el ejercicio necesario para que esté tranquilo y consuma su parte ansiosa y agresiva.
9. Debemos marcarle límites, reglas y normas para convivir en nuestro hogar. Es importante, que al igual que cuando convivimos con otro ser humano, en nuestra casa haya una cierta disciplina, así nos podremos respetar mutuamente.
10. Para que la jerarquía que queremos sea efectiva, no podemos darle más privilegios que a otro miembro de nuestra casa. Por mucho que queramos a nuestra mascota, debemos enseñarle que todos nuestros amigos, vecinos y familiares están en una escala superior y que los debe respetar. Para este punto es recomendable hacer que nuestro perro sea sociable, tanto con las personas como con otros animales.
2.Él no iniciará los juegos y tampoco los terminará, somos nosotros quienes lo haremos. Nuestro perro necesita juegos y ejercicio pero no debe marcarnos una rutina, nosotros debemos marcársela a él. Durante los juegos no permitiremos que nos rete, es decir, no permitiremos que nos ladre, nos muerda o nos empuje.
3. No iremos a acariciarlo, lo llamaremos, el vendrá y entonces tendrá caricias y mimos. Si quiere algo se lo tendrá que ganar.
4. Pasará por las puertas siempre detrás de nosotros. Por mucho que tire de la correa para salir a la calle, no podemos permitirle ir en primera posición, ese es nuestro puesto.
5. Cuando lleguemos a casa no lo acariciaremos salvo que esté tranquilo. Si nos salta encima no es que se alegre de vernos, nos intenta demostrar quién manda. Una vez que se haya tranquilizado, lo llamaremos y lo saludaremos.
6. Comerá en su cacharro, nunca antes ni a la vez que comemos nosotros. En la naturaleza, el líder es el primero en comer, y el resto del grupo se espera hasta que él está saciado. Asimismo, no le dejaremos que ponga su hocico sobre la mesa ni que se acerque a nuestros alimentos.
7. Mediante su adiestramiento, el aprendizaje de órdenes básicas, le demostraremos que tiene que obedecernos. Esto, aunque pueda parecer un abuso, nos ayudará a controlar a nuestro animal y a evitar posibles travesuras o malos comportamientos.
8. El ejercicio es fundamental en la vida de nuestra mascota. Un perro con exceso de energía será difícil de controlar y no nos respetará. Es muy importante que le proporcionemos el ejercicio necesario para que esté tranquilo y consuma su parte ansiosa y agresiva.
9. Debemos marcarle límites, reglas y normas para convivir en nuestro hogar. Es importante, que al igual que cuando convivimos con otro ser humano, en nuestra casa haya una cierta disciplina, así nos podremos respetar mutuamente.
10. Para que la jerarquía que queremos sea efectiva, no podemos darle más privilegios que a otro miembro de nuestra casa. Por mucho que queramos a nuestra mascota, debemos enseñarle que todos nuestros amigos, vecinos y familiares están en una escala superior y que los debe respetar. Para este punto es recomendable hacer que nuestro perro sea sociable, tanto con las personas como con otros animales.
La importancia del paseo en los perros.
La importancia del paseo en los perros.
Tener jardín, y por ello, no sacar al perro. Esto es tan simple, como ponerse en el lugar del perro.
Si a ti, como propietario de perro te hicieran lo mismo, y durante toda tu vida estuvieras confinado en un jardín … ¿te gustaría?.
Hay que tener claro que el perro es un animal muy social, y que es nuestra responsabilidad sacarlo a pasear, a relacionarse con otros perros y personas, a que huela nuevos aromas, a que explore nuevos territorios, a que haga otro ejercicio que el de estar dando vueltas por los mismos sitios, etc. Si no lo hacemos, nuestro perro mostrará claros síntomas de ansiedad: ladrará en exceso, tendrá apatía continua, aullará, se escapará de casa en cuanto pueda, etc.
Tener jardín, y por ello, no sacar al perro. Esto es tan simple, como ponerse en el lugar del perro.
Si a ti, como propietario de perro te hicieran lo mismo, y durante toda tu vida estuvieras confinado en un jardín … ¿te gustaría?.
Hay que tener claro que el perro es un animal muy social, y que es nuestra responsabilidad sacarlo a pasear, a relacionarse con otros perros y personas, a que huela nuevos aromas, a que explore nuevos territorios, a que haga otro ejercicio que el de estar dando vueltas por los mismos sitios, etc. Si no lo hacemos, nuestro perro mostrará claros síntomas de ansiedad: ladrará en exceso, tendrá apatía continua, aullará, se escapará de casa en cuanto pueda, etc.
domingo, 16 de febrero de 2014
PERROS CELOSOS, COMO TOMAR MEDIDAS A TIEMPO.
PERROS CELOSOS, COMO TOMAR MEDIDAS A TIEMPO.
Los perros pueden sentir celos frente a cualquier persona o animal que les pueda robar el protagonismo con sus dueños. Muestran una respuesta emocional ante la sensación de posible pérdida del sujeto u objeto deseado. Demuestran celos ante determinadas situaciones, pero por causas distintas a las personas, como la lucha por perpetuar sus genes. Y es que, en este sentido, personas y perros somos más parecidos de lo que creemos.
El origen de los celos caninos radica a menudo en un cambio de roles, asegura la psicóloga y etóloga Helena Bat, quien explica que "para un perro, que funciona de manera muy jerárquica, cuesta entender ese inesperado cambio de roles" cuando deja de tener la atención anterior a la llegada del nuevo miembro de la familia.
Se pueden distinguir varios tipos de celos:
Sexuales. Se supone que los perros no sienten celos por amor, como les ocurre a las personas, pero sí hay disputas por conseguir relaciones sexuales con la hembra. Ello se debe a un instinto ancestral para perpetuar los genes, como forma de dejar su huella.
Celos por atención: Es una manera de llamar la atención de los perros frente a la llegada de algún extraño a casa o cuando hay un nuevo miembro en la familia. Reclaman la atención de sus dueños frente a la nueva situación. Perciben que se les dedica menos tiempo y se sienten inseguros.
Celos con el bebé
Si el recién llegado es un bebé, hay que dejar que el perro sacie su curiosidad con él. Le puede oler y lamer, como medio para ayudar a que acepte a este nuevo miembro. Para el perro, el bebé ocupa el último lugar en la escala jerárquica familiar, pero está por delante del animal.
En caso de que sea un animal quien llega a casa, si el perro está bien socializado, podrá asimilar mejor que otro le robe protagonismo
La correcta socialización es muy importante para que el perro se sepa relacionar y compartir espacio con personas y otros animales. No obstante, la relación entre niño y perro debe estar supervisada siempre por un adulto.
El perro debe estar pendiente de sus dueños y no al contrario. Los perros saben cómo captar la atención de sus dueños, pero hay que enseñarles que no tienen lo que demandan cuando ellos quieren, sino cuando sus dueños consideran que es el momento adecuado. El perro tiene que adaptarse a los nuevos cambios y necesidades del bebé, pero los dueños deben intentar equilibrar el cuidado del bebé y del perro, que necesitará sus tres paseos diarios, atención veterinaria, cariño y juegos.
Celos y jerarquía correcta
En caso de que sea un animal quien llega a casa, si el perro está bien socializado, podrá asimilar mejor que otro le robe protagonismo. Para que así sea, ha tenido que aprender desde cachorro a jugar con otros congéneres, salir a la calle y compartir juguetes, como la pelota. Si está acostumbrado a que otros perros vengan de visita a su casa, se tumben en su cama, beban de su plato y se relacionen con sus dueños, habrá mucho camino recorrido para lograr una buena aceptación del nuevo perro.
Helena Bat explica que "cuando llega un animal nuevo a casa hay que dejar que se organicen entre ellos y establezcan la jerarquía que les resulte más adecuada". Añade que, en ocasiones, intentamos arreglar u organizar la situación entre los perros, pero lo estropeamos.
Los celos del perro pueden llegar a ser extremos y crear problemas de convivencia de difícil solución
El sentimiento de los celos en los perros se asemeja bastante al de las personas. Su comportamiento social se parece al nuestro en muchos aspectos. En torno a los celos pueden detectarse comportamientos conflictivos porque las reacciones de algunos perros debido a los celos son imprevisibles. El perro puede sufrir una pérdida de contacto con la realidad y se descontrola. Cuando finaliza el episodio de celos, muestra un comportamiento normal, e incluso cariñoso, como si no hubiera ocurrido nada. Un ataque de celos puede tardar en repetirse meses o años.
Señales de los celos
Sin embargo, puede haber ciertas señales que nos avisen de que el animal sufre por culpa de los celos. Algunas de ellas pueden ser:
•Irritabilidad, sobre todo, cuando está presente la persona o animal que le despierta los celos.
•Cambios de estado de ánimo. Puede enseñar los dientes y gruñir y, al poco tiempo, normalizar su actitud.
•Mostrarse muy posesivo con la persona o animal que quiere monopolizar. Es decir, está "obsesionado" y les persigue.
•Puede darse el caso de que destroce objetos de la casa para llamar la atención y descargar su tensión.
Los celos pueden llegar a ser extremos y crear problemas de convivencia de difícil solución. Algunos especialistas en comportamiento canino califican los celos patológicos de doble personalidad y lo denominan síndrome de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. En estos casos extremos y muy problemáticos, la terapia no garantiza una total recuperación.
Consejos para paliar los celos del perro
• No tratar al animal como si fuera un niño.
• Marcarle unas pautas y normas definidas.
• No dejarle hacer lo que quiera y ponerle límites en su comportamiento.
• Establecer un orden jerárquico claro y adecuado, donde el perro ocupe el último escalafón.
• Cuando se da un ataque de celos, la reprimenda debe provenir de la persona que el animal considera de su posesión.
• Los problemas con los celos pueden llegar a enquistarse y complicar mucho la convivencia.
Los perros pueden sentir celos frente a cualquier persona o animal que les pueda robar el protagonismo con sus dueños. Muestran una respuesta emocional ante la sensación de posible pérdida del sujeto u objeto deseado. Demuestran celos ante determinadas situaciones, pero por causas distintas a las personas, como la lucha por perpetuar sus genes. Y es que, en este sentido, personas y perros somos más parecidos de lo que creemos.
El origen de los celos caninos radica a menudo en un cambio de roles, asegura la psicóloga y etóloga Helena Bat, quien explica que "para un perro, que funciona de manera muy jerárquica, cuesta entender ese inesperado cambio de roles" cuando deja de tener la atención anterior a la llegada del nuevo miembro de la familia.
Se pueden distinguir varios tipos de celos:
Sexuales. Se supone que los perros no sienten celos por amor, como les ocurre a las personas, pero sí hay disputas por conseguir relaciones sexuales con la hembra. Ello se debe a un instinto ancestral para perpetuar los genes, como forma de dejar su huella.
Celos por atención: Es una manera de llamar la atención de los perros frente a la llegada de algún extraño a casa o cuando hay un nuevo miembro en la familia. Reclaman la atención de sus dueños frente a la nueva situación. Perciben que se les dedica menos tiempo y se sienten inseguros.
Celos con el bebé
Si el recién llegado es un bebé, hay que dejar que el perro sacie su curiosidad con él. Le puede oler y lamer, como medio para ayudar a que acepte a este nuevo miembro. Para el perro, el bebé ocupa el último lugar en la escala jerárquica familiar, pero está por delante del animal.
En caso de que sea un animal quien llega a casa, si el perro está bien socializado, podrá asimilar mejor que otro le robe protagonismo
La correcta socialización es muy importante para que el perro se sepa relacionar y compartir espacio con personas y otros animales. No obstante, la relación entre niño y perro debe estar supervisada siempre por un adulto.
El perro debe estar pendiente de sus dueños y no al contrario. Los perros saben cómo captar la atención de sus dueños, pero hay que enseñarles que no tienen lo que demandan cuando ellos quieren, sino cuando sus dueños consideran que es el momento adecuado. El perro tiene que adaptarse a los nuevos cambios y necesidades del bebé, pero los dueños deben intentar equilibrar el cuidado del bebé y del perro, que necesitará sus tres paseos diarios, atención veterinaria, cariño y juegos.
Celos y jerarquía correcta
En caso de que sea un animal quien llega a casa, si el perro está bien socializado, podrá asimilar mejor que otro le robe protagonismo. Para que así sea, ha tenido que aprender desde cachorro a jugar con otros congéneres, salir a la calle y compartir juguetes, como la pelota. Si está acostumbrado a que otros perros vengan de visita a su casa, se tumben en su cama, beban de su plato y se relacionen con sus dueños, habrá mucho camino recorrido para lograr una buena aceptación del nuevo perro.
Helena Bat explica que "cuando llega un animal nuevo a casa hay que dejar que se organicen entre ellos y establezcan la jerarquía que les resulte más adecuada". Añade que, en ocasiones, intentamos arreglar u organizar la situación entre los perros, pero lo estropeamos.
Los celos del perro pueden llegar a ser extremos y crear problemas de convivencia de difícil solución
El sentimiento de los celos en los perros se asemeja bastante al de las personas. Su comportamiento social se parece al nuestro en muchos aspectos. En torno a los celos pueden detectarse comportamientos conflictivos porque las reacciones de algunos perros debido a los celos son imprevisibles. El perro puede sufrir una pérdida de contacto con la realidad y se descontrola. Cuando finaliza el episodio de celos, muestra un comportamiento normal, e incluso cariñoso, como si no hubiera ocurrido nada. Un ataque de celos puede tardar en repetirse meses o años.
Señales de los celos
Sin embargo, puede haber ciertas señales que nos avisen de que el animal sufre por culpa de los celos. Algunas de ellas pueden ser:
•Irritabilidad, sobre todo, cuando está presente la persona o animal que le despierta los celos.
•Cambios de estado de ánimo. Puede enseñar los dientes y gruñir y, al poco tiempo, normalizar su actitud.
•Mostrarse muy posesivo con la persona o animal que quiere monopolizar. Es decir, está "obsesionado" y les persigue.
•Puede darse el caso de que destroce objetos de la casa para llamar la atención y descargar su tensión.
Los celos pueden llegar a ser extremos y crear problemas de convivencia de difícil solución. Algunos especialistas en comportamiento canino califican los celos patológicos de doble personalidad y lo denominan síndrome de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. En estos casos extremos y muy problemáticos, la terapia no garantiza una total recuperación.
Consejos para paliar los celos del perro
• No tratar al animal como si fuera un niño.
• Marcarle unas pautas y normas definidas.
• No dejarle hacer lo que quiera y ponerle límites en su comportamiento.
• Establecer un orden jerárquico claro y adecuado, donde el perro ocupe el último escalafón.
• Cuando se da un ataque de celos, la reprimenda debe provenir de la persona que el animal considera de su posesión.
• Los problemas con los celos pueden llegar a enquistarse y complicar mucho la convivencia.
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